Sagrado Corazón Apoquindo Monjas Inglesas
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Al año siguiente se realizaron también renovaciones en la plaza, con los mejoramientos en la explanada que iba a ser ocupada por los puestos de los artesanos de todas las regiones. Unos años después el traslado de las religiosas, hubo también un traspaso de la casa central a la fundación CEMA-Chile, en 1978. Esta capilla también fue la cripta en donde terminaron sepultadas algunas de las primeras internas de la orden, incluyendo a su fundadora en Chile, la mencionada Ana du Rousier, tras fallecer en 1880 tras una larga obra a favor de la congregación por la que consagró su vida.
Opiniones sobre Colegio del sagrado coraz�n monjas inglesas
Asimismo, comienzan las actividades de la Academia Literaria, en conjunto con talleres de teatro, música y artes. Ese año el establecimiento contaba con 110 alumnos, todos internos, los que seguían un estricto régimen de estilo conventual. La ubicación del establecimiento permitía dicho fenómeno, ya que se encontraba en un barrio exclusivo donde residía la élite de la minería y las familias vinculadas a la historia del latifundio chileno. Durante el siglo XIX y parte del siglo XX, la comunidad escolar estuvo integrada por las familias más importantes de la sociedad santiaguina. En Valparaíso, ciudad puerto, existía un colegio dependiente de los religiosos desde 1837.
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El colegio se enorgullece de recibir una valoración de 4.5 sobre 5 por parte de sus 52 clientes satisfechos. Con su entrada accesible para sillas de ruedas, el colegio se preocupa por la inclusión y la accesibilidad de todos sus alumnos. Este colegio ofrece una educación de calidad a niños y jóvenes de todas las edades. Usa la aplicación para navegar a lugares populares, como el aeropuerto, hospital, estadio, tienda de alimentos, centro comercial, cafetería, escuela, facultad y universidad.
- Al comenzar el año 1920 el colegio había alcanzado su máximo desarrollo, tanto en el aspecto académico como en medios materiales; había alcanzado su máxima extensión y disponía de todas las acomodaciones que correspondían a un establecimiento educacional de primer nivel.
- Es al final de ella que está la plaza y la capilla de nuestro interés en esta entrada.
- ¿Se debía continuar el estilo de vida y de trabajo configurado progresivamente en el tiempo de los Fundadores o debía ser adaptado a los cambios de la sociedad, de la Iglesia, de la vida religiosa y tenerse en cuenta la nueva situación que se crea sin la presencia carismática de ellos?
- Este cargo lo desempeñó la ex alumna Carmen Espinoza Rivas hasta el año 2003.
Desde AFC Chile – Providencia, Providencia
El 1 de mayo, a pedido del Gobierno, una Escuela Normal abría sus puertas por primera vez a 40 alumnas y en 30 años pasaron por ella entre 400 a 500 normalistas, una sólida contribución a la sociedad chilena. En los últimos años de su vida, la fundadora había trabajado para lograr que sus hijas prosiguiesen la adaptación de la Sociedad a las necesidades de la época, a fin de “asegurar la existencia de la Congregación para el porvenir que Jesús le ha preparado.” La historia del Colegio Del Sagrado Corazón bien puede ser un espejo de la historia educacional chilena, porque en estos 155 años refleja fielmente cómo ha ido cambiando el país, con todas sus vicisitudes. Su estado se considera bueno, pero aún se aprecian evidentes daños en el templito, a pesar de haber sido parcialmente restaurado el lugar pocos años antes del Bicentenario Nacional. Finalmente, sin embargo, no se pudo destinar el espacio a tal propósito, sino más que en un breve período entre los años ochenta y noventa, y sólo en el edificio del claustro mientras éste siguió en manos de CEMA-Chile (período que hoy es visto con alcances controversiales) antes de pasar a manos de la casa de estudios.
Esta historia se empieza a escribir en Francia 1779, año en que nace Magdalena Sofía Barat, quien fundaría en 1800 la Sociedad del Sagrado Corazón. Monjas Francesas de Viña del Mar, muestra a nuestra comunidad participando, reflexionando y propiciando el encuentro con Cristo. Buscamos desarrollar una comunidad donde docentes, asistentes de la educación y familias trabajen unidos, impulsados por un proyecto educativo que responda a los desafíos de la sociedad y el mundo.
María Loreto Larraín
Es al final de ella que está la plaza y la capilla de nuestro interés en esta entrada. La orden también tuvo un colegio de alumnos externos o Externado, en el sector de la Alameda de las Delicias a partir de 1885, más o menos en donde ahora está la Torre Entel. En estos pasillos y cuartos vivieron importantes religiosas de la época, como la fundadora de la orden en Chile-, la enérgica madre francesa Ana du Rousier (quien dirigió el trazado del edificio y sus patios), la que había llegado a Chile con sus hermanas de congregación la inglesa Mary Mac Nally y la italiana Antonieta Pissorno, hacia 1853.
Nuestro padre Esteban se acerca un poco más a ser “venerable”
Su impronta ha quedado registrada en otros sitios de la ciudad, como la calle y la ex plaza De los Artesanos del barrio de los mercados de La Vega. La plaza de marras fue diseñada como un parque para la villa, con una tosca fuente de aguas propia al centro, aunque hoy está seca, con un macetero central en forma de poliedro. En ambos casos, se trató de plazas surgidas de remodelaciones en terrenos de antiguos inmuebles y propiedades en la comuna de Santiago, única forma de obtener espacio para nuevas áreas verdes ya que la ocupación urbana estaba llegando al colmo y se hacían poco rentables ante el mayor valor del suelo habitable. De acuerdo a lo que informan Andrés Necochea Vergara y Pilar Balbontín Vicuña en «Las plazas de Santiago», la llamada Plaza de los Artesanos del 900 fue construida recién en 1970, al igual que la Plazuela de la Veracruz en calle Lastarria, enfrente al templo homónimo.
En 1834, llegan a Chile los primeros religiosos de la congregación, que serán quienes acojan en su instalación a las hermanas pocos años más tarde. El colegio se abría a la comunidad con la ceremonia anual de Repartición de Premios y desde 1901 con la Revista de Gimnasia; ambas actividades convocaban a gran parte de la sociedad santiaguina. En el nuevo lugar, con más espacio, monjas empezaron a prosperar las obras, y dos años más tarde la escuela gratuita “Santa Magdalena Sofía” abría sus puertas.
